viernes, 15 de marzo de 2013

Cuentos del Bosque









Evaristo tocaba el acordeón. Vivía entre las ramas más altas del aguaribay en un refugio de hojas sedosas, entre libros de piratas y almohadones de pluma. Una vez cada tres días salía a tomar sol. Entonces se ponía sus anteojos oscuros, sombrero de ala ancha, ahuecaba el plumaje y levantaba la nariz como un valiente.

De a poco y con mucho entrenamiento, se había vuelto capaz de soportar la luz del día metiéndosele hasta los huesos. Estaba contento de haber aprendido a soportar el azote del sol hasta tres minutos seguidos, sin caer achicharrado y sin chistar. Esto le había acarreado el respeto de sus conocidos, habitantes de la noche, y el temor del bicherío que ni aún de día podía estar a salvo de su vigilancia.

Acabada esa enormidad de tiempo entraba a su casa, abría las ventanas al viento y se despatarraba sobre la alfombra, imaginando lo bueno que sería estar en la orilla del río, o ir de polizonte en un barco para zambullirse en el mar y lo fantástico que sería apurar el invierno para pedirle una caricia de nieve. (...)

Cuentos del Bosque. Texto: María Cristina Ramos. Ilustraciones: Marcela Calderón. Editorial Ruedamares 2013.

(Estoy FELIZ :-) )

sábado, 2 de marzo de 2013

Un nuevo rincón

Desde que abrí este blog, mi rincón fue mudándose de casa en casa nueva... No es fácil acomodarse luego de una mudanza. Lo vamos logrando de a poco.
Me gusta mi rincón en esta nueva casa. Me gusta la luz, el espacio y el lugar que ocupa cada una de mis cosas queridas. Mis papeles, mis libros "vintage", mis lápices en uso, mi viejo, los regalos de amigos, mis piedras y caracoles, la lámpara de mi abuelo Saturno, el atril que me hizo mi viejo para los libros: es lindo elegir qué libro ocupará ese atril cada día, o cada momento. Para la foto, uno de mis preferidos: Mi Jardín, de Zidrou y Marjorie Pourchet.